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¿Realmente necesitamos Project Managers en los equipos de desarrollo?

Escrito por Patricia Bourrillon | 02 Jul 2025

Desde hace un tiempo ya hemos visto cómo muchas organizaciones técnicas evolucionan hacia modelos más horizontales, donde los equipos se autogestionan, se habla de agilidad, de empoderamiento, de responsabilidad compartida. Y con todo esto, surge inevitablemente la pregunta:

¿Sigue siendo necesario tener Project Managers en equipos de desarrollo?

Y no es una duda menor. Tanto, que le hemos dedicado una nueva reflexión en formato podcast. En este episodio breve (inspirado en el Fireside Chat #46 de Codurance, en inglés) retomamos los puntos clave del debate original y los ponemos sobre la mesa con un enfoque claro, directo y práctico.

¿Tiene sentido contar con un Project Manager? ¿Cuándo sí y cuándo no? Aquí te dejamos algunas ideas para seguir pensando (o repensando) este rol en tu equipo.

¿Puede un equipo tech funcionar sin Project Manager?

En teoría, sí. Y en algunos casos, funciona. Equipos pequeños, con buena comunicación, objetivos claros y una fuerte cultura ágil pueden coordinarse sin necesidad de un rol formal de gestión. Todo fluye. Se toman decisiones rápido, se prioriza en conjunto, se entrega valor sin fricciones innecesarias.

Pero la pregunta real no es si se puede, sino si tiene sentido cuando el contexto cambia.

Porque el caos no aparece de un día para otro. Llega en forma de más stakeholders, funcionalidades cruzadas, dependencias entre equipos, productos que crecen más rápido que la estructura que los sostiene. Y en ese momento, esa informalidad que parecía eficiente empieza a mostrar sus grietas.

“Tener un rol que gestione el proyecto hace las cosas mucho más escalables y aporta claridad sobre cómo deben funcionar.”

— José Enrique Rodríguez Huerta, Managing Director, Codurance Spain

¿Qué pasa cuando le pedimos todo al equipo?

Uno de los riesgos más comunes en organizaciones técnicas es creer que el equipo lo puede, y debe, hacer todo. Desarrollar, testear, alinear prioridades, gestionar tiempos, coordinar con negocio… y claro, también entregar.

El problema es que no hay tiempo ni energía mental para hacerlo todo bien. Lo hemos visto: los equipos entran en modo supervivencia, baja la calidad del software, el foco se diluye y los proyectos se vuelven una cadena de fuegos que apagar.

La solución no es más control. Es más estructura en la escalabilidad de equipos. Un buen PM no es quien impone decisiones, sino quien libera al equipo de ese ruido.

Un buen Project Manager:

  • Aporta contexto para tomar mejores decisiones.
  • Protege el foco del equipo.
  • Da visibilidad del estado del proyecto.
  • Crea un espacio donde las prioridades están claras y el equipo puede concentrarse en lo suyo.

Y esto a menudo es subestimado y es lo que marca la diferencia entre avanzar o sobrevivir. A demás de generar una buena developer experience, o no.

¿Entonces, deberíamos tener siempre un PM?

No necesariamente. Hay proyectos que pueden vivir sin esa figura. Pero también es cierto que no tenerlo en el momento que se necesita puede salir muy caro.

La clave está en entender cuándo el equipo está llegando a un punto de saturación operativa, cuándo hay demasiadas piezas moviéndose y poca coordinación entre ellas.

Y también hay que diferenciar roles: Project Manager, Product Owner, Scrum Master... no son lo mismo. El PM no está para definir la visión del producto (ese es el PO), ni para facilitar ceremonias ágiles (eso lo hace el SM). El PM sostiene el ritmo, la coherencia y la entrega.

Al final, no se trata de defender un rol por tradición, sino de reconocer cuándo su presencia añade valor.

¿Cómo saber si tu equipo necesita uno?

Algunas señales:

  • Hay mucha gente “liderando” pero nadie tomando decisiones claras.
  • El equipo pierde foco porque tiene que gestionar todo, todo el tiempo.
  • Las prioridades cambian constantemente y nadie sabe por qué.
  • Los resultados no escalan al mismo ritmo que el equipo o el producto.

Si algo de esto te suena familiar, tal vez necesitas replantear la estructura del equipo.

Project Manager: una figura que conecta, no que controla

Quizás el mayor error es seguir pensando que el Project Manager es ese jefe que supervisa o que dice qué se hace y cuándo. Pero el rol ha evolucionado. Hoy, un PM eficaz es alguien que conecta puntos, quita fricción, crea alineación y permite que el equipo haga su trabajo con claridad y propósito.

En entornos donde queremos escalar sin perder el alma del equipo, esta figura puede ser un verdadero catalizador.

Conclusión

¿Hace falta un Project Manager?
Depende. Pero si buscas foco, ritmo y un equipo que entregue con calidad, probablemente sí.

Como se dijo en el podcast:
Si quieres que las cosas se hagan, tal vez no siempre necesites un PM.
Pero si quieres que se hagan bien, probablemente sí.

¿Quieres profundizar?
👉 Te dejamos el Fireside Chat #46 completo (en inglés), donde José, Sandro y Mashooq comparten su experiencia sin filtros.


Si te estás planteando cómo mejorar la gestión en tu equipo, hablemos.