Incluso las buenas ideas tienen su lado adverso, por eso en esta última sesión del circuito de Technical Coaching, José Enrique Rodríguez Huerta, MD y Technical Coach en Codurance Spain, habla de los aspectos buenos, malos y desagradables o difíciles de un compromiso de Technical Coaching, centrándose en estos últimos para aprender a evitarlos. Este meetup cierra un ciclo de encuentros en los que abordamos temas como el feedback, la cultura y la adopción al cambio. Si quieres repasar el resto de sesiones de este track puedes hacerlo aquí.
Lo bueno del Technical Coaching
El Technical Coaching puede ser beneficioso tanto a nivel individual como de grupo. Repasamos brevemente algunas de sus ventajas.
- A nivel individual, incorporarse a un proyecto como coach técnico es una inmensa fuente de aprendizaje, ya que, como afirma Rodríguez Huerta, "enseñar a los demás es la mejor manera de aprender".
- El Technical Coaching puede ser una herramienta para crear comunidades y conexiones. Las personas comparten su pasión y experiencia, se ayudan mutuamente y crean un sentido de propósito a través de una red de profesionales que quieren aprender continuamente.
- Para una organización, no se trata sólo de mejorar las competencias de sus equipos, sino de crear una cultura de excelencia, mentalidad de aprendizaje y crecimiento.
Lo malo del Technical Coaching
Rodríguez Huerta explica que el Technical Coaching es una solución que implica un cambio cultural (sobre todo en una gran empresa) y que a menudo se ve como una respuesta para mejorar solo la productividad y las competencias de un equipo, por lo que se tiende a pensar que no da los resultados que se buscaban:
- El delivery y aprendizaje son objetivos contrapuestos, para mejorar las competencias, probablemente haya que reducir la velocidad de las entregas. Se crea una tensión porque se espera que la gente aprenda, pero al mismo tiempo que cumpla con objetivos de forma rápida.
- Algunos miembros del equipo son "early adopters" pero el contexto en el que se encuentran no cambia tan rápido y eso les genera frustración. Si no ven mejoras en su entorno, es posible que se marchen porque son más maduros y, además, sus competencias se han vuelto más demandadas en el mercado.
- Si carece de enfoque y método, el Technical Coaching no es una gran solución. Es necesario seguir un proceso estructurado para que puedas evidenciar el progreso y vincularlo con el ROI, por ejemplo.
- El Technical Coaching es un trabajo poco agradecido porque está orientado a las personas y se necesita su compromiso para que sea un éxito. Puede proporcionar las herramientas, pero son las personas implicadas las que tienen que responder. Si sale bien el equipo lo hizo, si sale mal es responsabilidad del coach.
Los desafíos del Technical Coaching
Anti-patrones del Technical Coaching
Rodríguez Huerta enumeró anti-patrones frecuentes que no son necesariamente inherentes al coaching sino a cómo la gente lo enfoca o a lo difícil que es equilibrar el proceso.
- Síndrome del experto. Falta de humildad. Empezar un proyecto de coaching pensando que sabes más que nadie y no reconocer que no tienes todo el contexto, y que también debes aprender en este proceso para tener éxito.
- El enfoque de talla única. Tener ciertos dogmas (Agile es necesario o Agile es inútil) o preferencia por ciertas herramientas (TDD, DDD, cloud, etc) e intentar aplicarlas en todas partes, aunque estén fuera de contexto.
- Enfoque 'muy blando, muy duro'. Ser demasiado estricto con los resultados puede llevar a la frustración y, a la inversa, no preocuparse demasiado por una estructura puede llevar a perder el objetivo.
- El microgestor. Decir constantemente al equipo lo que tiene que hacer sin dejar espacio para la creatividad, la autonomía y la experimentación. Suele ocurrir porque uno se centra demasiado en los resultados.
- Falta de seguimiento. Hay que ser capaces de organizar un proyecto: gestión de expectativas, ejecución, planificación y obtención de resultados.
- Desplazar la carga. Aplicar respuestas rápidas y no la solución más duradera que requiere más esfuerzo y tiempo.
Síndrome del impostor
Como coach técnico, a veces puedes caer en el síndrome del impostor y pensar que no eres lo bastante bueno para dirigir a personas o un proyecto. Es mejor enfocar el compromiso como un experimento, dejando la puerta abierta a la creatividad y con el conocimiento de que no todo saldrá bien. No hay forma de saberlo todo, pero puedes tener una base sólida y trabajar tu capacidad para aprender y adaptarte rápidamente.
Las habilidades blandas no son blandas.
La mayoría de los coaches técnicos carecen de las herramientas necesarias para tratar cuestiones específicas de los equipos, como la facilitación, la retroalimentación, la oratoria y la gestión de conflictos. Es necesario aplicar estrategias de colaboración y motivación para que el proyecto genere resultados positivos y se logre el cambio que se necesita.
Burn out/agotamiento
El Technical Coaching puede causar agotamiento debido a la presión constante de mejorar y demostrar tus habilidades como coach. La empresa espera que aportes valor desde el principio, pero también tienes que familiarizarte con el contexto. La clave está en aprender a gestionar las expectativas, crear una estructura que muestre resultados a corto plazo y aprender a escuchar al equipo para comprender el panorama general. Cuanta más información tengas, más capaz serás de enfocar tu planteamiento.
Conclusión
A lo largo de este circuito de 9 episodios hemos profundizado en los diferentes aspectos de un compromiso de Technical Coaching. El camino es largo y hay mucho que aprender, pero tener una base sólida de conocimientos y ser consciente de que el proceso requiere tiempo te permitirá abordar los proyectos con mayor apertura y confianza.
Como ha recomendado Rodríguez Huerta en numerosas ocasiones, la clave está en la adaptación constante y el aprendizaje continuo. En ser capaces de añadir pragmatismo a nuestras tareas y empatizar con los equipos para resolver sus necesidades porque, en definitiva, un equipo que parte de los mismos valores, trabaja colaborativamente y está alineado con los mismos objetivos, favorece la motivación y el sentimiento de pertenencia de sus miembros y, en consecuencia, ayuda a la organización a crecer y a conseguir mejores resultados.
"La excelencia es un viaje y no un destino".
- José Enrique Rodríguez Huerta, MD y Technical Coach en Codurance Spain
Compartimos el miro board que el technical coach utilizó para su presentación y un enlace para que puedas consultar todas las sesiones del track.
